Mi nombre es Ion ¿Quién podría haber imaginado el destino que me esperaba? Nací bajo una dictadura, perdí la vista por un accidente y tuve que huir de mi patria en busca de un futuro mejor, tal vez un poco idealizado.
Una cosa es cierta, dice Ion, el protagonista de este documental, “el destino se parece a los criminales a los que escucho todos los día para la policía federal belga: con un poco de fuerza de voluntad, siempre hay forma de esquivar sus trucos”.
Esto lo aprendió Ion a través de la amistad íntima y leal que mantiene desde la infancia con la literatura. Sin ella –afirma– probablemente no sería el que soy ahora, aquí, entre ustedes.
Mi nombre es Ion ¿Quién podría haber imaginado el destino que me esperaba? Nací bajo una dictadura, perdí la vista por un accidente y tuve que huir de mi patria en busca de un futuro mejor, tal vez un poco idealizado.
Una cosa es cierta, dice Ion, el protagonista de este documental, “el destino se parece a los criminales a los que escucho todos los día para la policía federal belga: con un poco de fuerza de voluntad, siempre hay forma de esquivar sus trucos”.
Esto lo aprendió Ion a través de la amistad íntima y leal que mantiene desde la infancia con la literatura. Sin ella –afirma– probablemente no sería el que soy ahora, aquí, entre ustedes.