El corto de ciencia ficción del director búlgaro Kevork Aslanyan, ganador del Festival Europeo de Cortometrajes, muestra a un hombre que intenta superar la seriedad del amor. En un mundo distópico poscomunista, Constantine y su padre Atanas comparten un pequeño apartamento en un bloque de apartamentos en ruinas. Un trágico accidente ha alterado irreparablemente la gravedad de la Tierra, por lo que todos los que pesan menos de 120 kilos vuelan al espacio. Con sólo 60 kg de peso corporal, Constantine no puede ni siquiera salir a la calle. Atrapado en el piso, a merced de los cambios de humor eléctricos de un normalizador gravitacional doméstico, Constantine lleva una vida casi normal. Se contenta con pasar los días mirando el mundo a través de su ventana. Hasta que la hermosa y torpe azafata que se muda a la casa de al lado lo cambia todo.
El corto de ciencia ficción del director búlgaro Kevork Aslanyan, ganador del Festival Europeo de Cortometrajes, muestra a un hombre que intenta superar la seriedad del amor. En un mundo distópico poscomunista, Constantine y su padre Atanas comparten un pequeño apartamento en un bloque de apartamentos en ruinas. Un trágico accidente ha alterado irreparablemente la gravedad de la Tierra, por lo que todos los que pesan menos de 120 kilos vuelan al espacio. Con sólo 60 kg de peso corporal, Constantine no puede ni siquiera salir a la calle. Atrapado en el piso, a merced de los cambios de humor eléctricos de un normalizador gravitacional doméstico, Constantine lleva una vida casi normal. Se contenta con pasar los días mirando el mundo a través de su ventana. Hasta que la hermosa y torpe azafata que se muda a la casa de al lado lo cambia todo.