Axel Engstfeld y Herbert Habersack, cuentan la extraordinaria historia de la vida de un hombre y su mortífero invento. Durante la Segunda Guerra Mundial, Michael T. Kalashnikov desarrolló un arma que pasó a la historia como el AK-47 o "Kalashnikov". El inventor, ya fallecido, nació en las montañas de Altai, se exilió con su familia en Siberia y vivió por última vez, en los Urales, en Izhevsk, centro secreto de armamento de la Unión Soviética. El anciano, patriota, a la vez que decepcionado por Rusia, habla abiertamente de su pasado y de su vida cotidiana y de cómo tiene que arreglárselas con una pensión mínima, mientras que hay setenta millones de ejemplares del arma “Kalashnikov” esparcidos por todo el mundo.
Axel Engstfeld y Herbert Habersack, cuentan la extraordinaria historia de la vida de un hombre y su mortífero invento. Durante la Segunda Guerra Mundial, Michael T. Kalashnikov desarrolló un arma que pasó a la historia como el AK-47 o "Kalashnikov". El inventor, ya fallecido, nació en las montañas de Altai, se exilió con su familia en Siberia y vivió por última vez, en los Urales, en Izhevsk, centro secreto de armamento de la Unión Soviética. El anciano, patriota, a la vez que decepcionado por Rusia, habla abiertamente de su pasado y de su vida cotidiana y de cómo tiene que arreglárselas con una pensión mínima, mientras que hay setenta millones de ejemplares del arma “Kalashnikov” esparcidos por todo el mundo.