La última moda entre los oligarcas rusos es comprar obras de arte, una forma de caer en gracia al Kremlin, de paliar su imagen y de encubrir el origen de sus fortunas, a menudo adquiridas a la sombra del poder postsoviético.
Siguiendo a estos nuevos aficionados tras las huellas de los conocidos coleccionistas de principios del siglo XX, la película ofrece una imagen inédita de Rusia, donde coexisten el arte, el dinero fácil y un Estado autoritario.
La última moda entre los oligarcas rusos es comprar obras de arte, una forma de caer en gracia al Kremlin, de paliar su imagen y de encubrir el origen de sus fortunas, a menudo adquiridas a la sombra del poder postsoviético.
Siguiendo a estos nuevos aficionados tras las huellas de los conocidos coleccionistas de principios del siglo XX, la película ofrece una imagen inédita de Rusia, donde coexisten el arte, el dinero fácil y un Estado autoritario.