Gracias a que padece hiperosmia y posee una poderosa memoria olfativa, Anna utiliza su sentido del olfato para localizar al violador que la atacó. Su investigación la lleva a creer que ha encontrado al perpetrador, pero a medida que profundiza en la búsqueda, comienza a cuestionar si sus suposiciones son correctas. Finalmente, la verdad la lleva cuestionarlo todo.
Gracias a que padece hiperosmia y posee una poderosa memoria olfativa, Anna utiliza su sentido del olfato para localizar al violador que la atacó. Su investigación la lleva a creer que ha encontrado al perpetrador, pero a medida que profundiza en la búsqueda, comienza a cuestionar si sus suposiciones son correctas. Finalmente, la verdad la lleva cuestionarlo todo.