Pipí, Pupú y Rosmarina viajan bajo una lluvia torrencial, que acaba convirtiéndose en un río e inunda todo el bosque.
Para salvarse, los tres amiguitos se ven obligados a construir una balsa, pero mientras viajan por las aguas tormentosas, se encuentran con una hoja en la que dos hormiguitas luchan por mantenerse a flote. Rosmarina se da cuenta del peligro que corren los dos pequeños insectos y decide subirlos a su balsa, pero al intentarlo, ella misma cae sobre la hoja y es arrastrada por las olas.
Pipí y Pupú, tristes por haber perdido a su amiga, se echan a llorar, pero no hay tiempo para afligirse, pues el mar embravecido hace que la balsa sea ingobernable y corren el peligro de zozobrar.
De repente, Pipí, Pupú y las dos hormiguitas se encuentran en alta mar, y mientras se preguntan cómo van a sobrevivir sin comida ni agua, un tiburón se acerca a la balsa. Pero es un tiburón amistoso, y para demostrarlo, empieza a empujar la balsa hacia una isla.
Una vez en tierra, las dos hormigas saludan y dan las gracias a sus salvadores y parten en busca de un nuevo hogar, mientras Pipí y Pupú dicen una plegaria a Mapá para que los ayude a encontrar a Rosmarina de nuevo, y luego se quedan dormidos.
Al día siguiente, los dos amigos se despiertan con una maravillosa sorpresa: Rosmarina está dormida en la playa, agarrada a la hoja. Pipí, Pupú y Rosmarina, reunidos otra vez, deciden volver a subir a la balsa y zarpar.
Pipí, Pupú y Rosmarina viajan bajo una lluvia torrencial, que acaba convirtiéndose en un río e inunda todo el bosque.
Para salvarse, los tres amiguitos se ven obligados a construir una balsa, pero mientras viajan por las aguas tormentosas, se encuentran con una hoja en la que dos hormiguitas luchan por mantenerse a flote. Rosmarina se da cuenta del peligro que corren los dos pequeños insectos y decide subirlos a su balsa, pero al intentarlo, ella misma cae sobre la hoja y es arrastrada por las olas.
Pipí y Pupú, tristes por haber perdido a su amiga, se echan a llorar, pero no hay tiempo para afligirse, pues el mar embravecido hace que la balsa sea ingobernable y corren el peligro de zozobrar.
De repente, Pipí, Pupú y las dos hormiguitas se encuentran en alta mar, y mientras se preguntan cómo van a sobrevivir sin comida ni agua, un tiburón se acerca a la balsa. Pero es un tiburón amistoso, y para demostrarlo, empieza a empujar la balsa hacia una isla.
Una vez en tierra, las dos hormigas saludan y dan las gracias a sus salvadores y parten en busca de un nuevo hogar, mientras Pipí y Pupú dicen una plegaria a Mapá para que los ayude a encontrar a Rosmarina de nuevo, y luego se quedan dormidos.
Al día siguiente, los dos amigos se despiertan con una maravillosa sorpresa: Rosmarina está dormida en la playa, agarrada a la hoja. Pipí, Pupú y Rosmarina, reunidos otra vez, deciden volver a subir a la balsa y zarpar.